Polémica, por lo menos así lo diría el propio Clarín, entrevista con Silvia Mercado. Pasen y vean.
Hace dos años, la periodista y escritora Silvia Mercado sorprendió al mercado editorial con El inventor del peronismo,
un libro sobre la vida de Raúl Apold, el secretario de Medios de Juan
Perón, que casi no había llamado la atención en la narrativa histórica y
atrajo miles de lectores. Ahora Mercado acaba de lanzar El Relato Peronista. Porqué la única verdad no siempre es la realidad, en el que discute distintos sucesos que adquirieron carácter mítico en el peronismo.
-Usted dice que entre el imaginario y los hechos reales del peronismo hay mucha distancia. ¿Por qué?
-El
peronismo es un relato, un sistema de creencias. Ese relato,
tremendamente poderoso, fue creado desde el aparato de Estado. Lo
compartimos todos. Los que son peronistas y los que no. Creemos que el
17 de octubre fue una movilización espontánea para sacar a Perón de la
cárcel, que el 22 de agosto Evita renunció en un “Cabildo abierto” a la
postulación a la vicepresidencia, que Perón y Evita realizaron 10 años
de felicidad absoluta.
-¿No fue así?
-No, el
17 de octubre no fue espontáneo. Fue una manipulación de Perón para
salvar el golpe de Estado de 1943. El 19 de septiembre del ’45 hubo una
movilización más importante que la del 17, en la que se pedía a la Corte
Suprema que se hiciera cargo del gobierno y convocara a elecciones
democráticas. El Eje acababa de perder la guerra. Esto obligó a Perón a
forzar la situación para que lo desplacen del gobierno, construir una
“prisión” y convocar a su propia gente, con una gran organización que
incluyó a la Policía Federal, que le respondía, y al Ejército, que en su
gran mayoría también, para hacer una gran gesta popular. El 17 de
octubre fue una manipulación de Perón para que el GOU no entregara el
gobierno.
-En “El relato...” se relativizan las conquistas sociales durante el peronismo. ¿No son hechos materiales comprobados?
-El
peronismo propone un dilema entre justicia social y libertad. Es falso.
Cuando Perón lidera el golpe del ‘43, en Uruguay había jornada de 8
horas, aguinaldo, voto femenino y las mujeres podían ser electas. Era un
gobierno democrático con una gran cantidad de derechos sociales y de
género, ya adquiridos. En la Argentina había un sector
conservador-oligárquico que retrasó la puesta en marcha de esos
derechos, pero en otros países de Latinoamérica se pudo encarar reformas
sociales con la democracia.
-¿Cómo caracteriza al primer peronismo?
-Las libertades fueron cortadas. Hubo censura y persecución. Las radios quedaron en manos del Estado o de empresarios amigos a favor del gobierno. La oposición no pudo hablar por los medios. Si los artistas no estaban a favor del régimen, no trabajaban. Fue un régimen autoritario con tintes totalitarios, directamente dictatoriales. Lo que hubo en esos diez años fue una enorme producción de propaganda, de relato, que por censura o autocensura los diarios repetían. Lo que se publica en diarios de Uruguay, Brasil y Chile es diferente de lo que se publica en la Argentina. Las protestas estudiantiles, las movilizaciones contra el GOU, la marcha de festejo por la caída de los nazis, reprimida por la Policía Federal, están invisibilizada en los diarios argentinos. La propia Unión Democrática (UD), que organizó la multitudinaria “Marcha por la Constitución y Libertad”, fue demonizada en la historia.
-Las libertades fueron cortadas. Hubo censura y persecución. Las radios quedaron en manos del Estado o de empresarios amigos a favor del gobierno. La oposición no pudo hablar por los medios. Si los artistas no estaban a favor del régimen, no trabajaban. Fue un régimen autoritario con tintes totalitarios, directamente dictatoriales. Lo que hubo en esos diez años fue una enorme producción de propaganda, de relato, que por censura o autocensura los diarios repetían. Lo que se publica en diarios de Uruguay, Brasil y Chile es diferente de lo que se publica en la Argentina. Las protestas estudiantiles, las movilizaciones contra el GOU, la marcha de festejo por la caída de los nazis, reprimida por la Policía Federal, están invisibilizada en los diarios argentinos. La propia Unión Democrática (UD), que organizó la multitudinaria “Marcha por la Constitución y Libertad”, fue demonizada en la historia.
-¿Por qué?
-Primero
porque fracasó como proyecto político. Fue visto como “el error” de la
historia. Entonces, cualquier coalición de partidos de oposición a un
gobierno populista es la “Unión Democrática”, la unión de oligarcas. Los
oligarcas era minoritarios en la UD. Hubo oligarcas que estuvieron con
Perón y no se los demonizó, como el caso Juan Carlos Picazo Elordy,
titular de la Sociedad Rural y ministro de Agricultura de Perón.
Entonces no importaba si alguien era de la oligarquía sino de qué lado
estaba, como sucede ahora.
-Por mucho menos de lo que acaba de decir, a una persona se le dice “gorila”.
-Exacto.
Si te dicen “gorila” tu palabra ya deja de tener valor, no le interesa a
nadie porque sos “gorila”, y los “gorilas” son estigmatizados. Y esto
demuestra el éxito del relato. Hace 30 años que escribo e investigo
peronismo. Antes no pensaba así. Todo lo que decía mi papá, que había
vivido en la década peronista, no era falso como yo creía. Mi papa fue
un sindicalista radical, lideraba en Comodoro Rivadavia un sindicato
petrolero en alianza con comunistas, socialistas y anarquistas. Y cuando
llegó el peronismo lo obligaron a fusionarse con un sindicato
peronista. Lo discutieron en asamblea. El no quería... y lo metieron
preso a a mi papá y a toda la conducción del gremio. Lo liberaron cuando
aceptó el retiro voluntario de YPF. Cuando mi papá me contaba estas
cosas yo pensaba que me mentía o era un “gorila”. El kirchnerismo me
hizo pensar que tal vez lo que decía mi papá no era errado.
-¿En qué se identifican el relato del kirchnerismo y el del peronismo original?
-Hay
puntos en común: la vocación de imponer una voz única, de intentar
utilizar los medios para replicar la misma propaganda que sale del
aparato gubernamental, no dialogar con la oposición, dividir a la
sociedad en amigos y enemigos.
-¿Qué cree que pensaba Néstor Kirchner de Perón?
-Que era un hijo de puta.
-¿Lo podría desarrollar un poco más?
-La
palabra “hijo de puta” tiene doble significado: mala persona y
admiración. Eso es lo que provocaba Perón en Kirchner y en el peronismo.
Insulto y admiración a la vez. Kirchner-Cristina y Perón-Evita son los
intentos del poder permanente. Como Rosas en el siglo XIX.
-¿Cómo evaluá la comunicación del kirchnerismo?
-Muy eficiente. De enorme calidad profesional.
-¿Le suman las cadenas nacionales a la Presidenta?
-Es
la parte menos importante la comunicación. Tiene que ver con un
capricho de Cristina. Lo importante de la comunicación kirchnerista son
las fiestas del Bicentenario, el Museo del Bicentenario, el Centro
Cultural Kirchner, la enorme cantidad de relato que discurre en los
programas escolares, Primario y Secundario. La inventora del relato
kirchnerista es Cristina.
-¿Por qué lo dice?
-Me lo
reconoció Javier Grossman, que es el realizador de los actos. Ella
estuvo horas pensando cada detalle de los festejos del bicentenario,
dándole su propio contenido histórico. Se interesaba por los shows, las
luces, la puesta en escena mientras Kirchner rosqueaba con un concejal
de Santa Rosa de Calamuchita para recuperarse de la derrota electoral de
2009.
Publicada por Clarín.