Los Éforos espartanos


El Eforado es una magistratura colegiada compuesta por cinco miembros elegidos anualmente por la Asamblea. Los espartanos atribuían su creación al célebre legislador Licurgo. En La República de los lacedemonios, Jenofonte deja entrever esta posibilidad. Aristóteles, en cambio, considera en Política que la institucionalización del Eforado fue debida al rey Teopompo, que vivió en el último cuarto del siglo VIII a.C.

En principio, el Eforado parece no haber tenido relación con el sistema tribal, diferenciándose así de la monarquía y de la Gerusía. Los cinco éforos no guardabana vínculo con la división del pueblo dorio en tres tribus; sí, en cambio, correspondían a la segmentación de Esparta en cinco aldeas: Mesoa, Pitana, Limnas y Cinosura, además de Amiclas, conquistada hacia 470 a.C.

Si bien bien hay pocas informaciones acerca de las funciones que cumplían los éforos, su nombre, "el que mira las estrellas", puede estar en relación con la obligación que inicialmente tenían de mirar el cielo en busca de estrellas fugaces que indicaran yerros por parte de
los reyes, lo que permite suponer que al menos en principio, ejercían funciones sacerdotales. Hacia mediados del siglo VI a.C. se produjo en Esparta una profunda reforma social, política y económica.

El autor de esta reforma fue el éforo Quilón, uno de los siete sabios de Grecia y considerado por los espartanos como un segunod Licurgo.
Pareciera ser que las dificultades que se produjeron durante la segunda guerra mesenia, librada hacia mediados del siglo VII a.C. continuaron una vez que la contienda finalizó. Básicamente, el problema consistía en un enfrentamiento entre la aristocracia -reyes y Gerusía- por un lado, y el pueblo -el Eforado- por el otro, conflicto que llevó al asesinato del rey Polidoro en 665 a.C.

La autoridad del estado espartano debía ser reforzada y ampliado el poder combativo del ejército ciudadano ahora que se había consolidado el control sobre Mesenia. En orden a asegurar la obediencias de las masas de hilotas, los espartanos debían organizar el Estado en vista a prevenir y evitar cualquier factor de debilitamiento del cuerpo ciudadano.

Quilón, sobre quien algunos afirman que ejerció el cargo de éforo en 556/5 a.C. desempeñó un papel importante en la reforma que permitió incrementar los vínculos de solidaridad entre los espartiatas. Este reforzamiento de la unidad fue posible gracias a la renovación de antiguas costumbres, y al impacto psicológico que tuvo en la sociedad lacedemonia el hecho de poder pasar a formar parte de la elite de los homoioi (o pares -o espartiatas- eran los ciudadanos de pleno derecho en Esparta, miembros de la clase dominante descendientes de los antiguos inmigrantes dorios).

De este modo, el Eforado fue el encargado de custodiar, preservar y reforzar estas tradiciones. Entre las características de la dignidad de Éforo, podemos contar que ejercían su cargo por un año, elegidos en un poceso de selección desconocido, y el de más edad era nombrado el epónimo, dando su nombre al año. Tenían la obligación de convocar y presidir la Apella, disfrutaban de poderes legislativo y judicial plenos, con autoridad disciplinaria sobre el conjunto de los ciudadanos, incluidos los diarcas. Además tenían la potestad -importantísima- de interpretar las leyes y normas de cartácter consuetudinario.

Los reyes eran vigilados por los éforos, e incluso en campaña eran acompañados por dos de ellos.
Tal vez por ese mismo control y cercanía, las relaciones entre reyes y éforos fueron tirantes, faltas de confianza.

El Eforado mantuvo sus funciones y estructura hasta la época helenística, cuando el rey reformista Cleomenes III la suprimió en el año 235 a.C. e impuso el Patronomoi (consejo de magistrados) cuya composición oscilaba entre los seis y doce miembros.

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