Investigadores españoles localizan el lugar exacto donde Julio César fue asesinado


Investigadores españoles han descubierto en el área arqueológica de Torre Argentina, en el centro de la ciudad de Roma, el lugar exacto donde en el año 44 antes de Cristo fue apuñalado Julio César a manos de Bruto y otros participantes en una conspiración senatorial. 

Numerosos documentos históricos atestiguan que el caudillo y militar romano murió en la llamada Curia de Pompeyo mientras presidía, sentado en una silla, la reunión del Senado, y así ha sido repetido hasta la saciedad por la pintura historicista y el cine. Sin embargo, ahora los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con el Ayuntamiento de Roma, han encontrado una prueba arqueológica que sitúa aquel lugar entre las ruinas de Torre Argentina.

Concretamente, han hallado una estructura de hormigón con una base de 3 x 2 metros y una altura superior a 2 que, aseguran los investigadores, fue colocada por orden de Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, para condenar el asesinato de su padre. "Más que una homenaje, creemos que la losa fue colocada para indicar que en ese lugar exacto pasó un hecho trágico y que debía ser considerado un sitio funesto", explica Antonio Monterroso, del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, en Madrid.

La estructura de hormigón, que se encuentra actualmente semiderruida, se convirtió con el paso de los siglo en un muro, se construyó encima e incluso fue reformada en la edad media, prosigue Monterroso. La supuesta losa no tiene ninguna inscripción ni nada que testifique su noble pasado, pero el investigador del CSIC insiste en que no formaba parte del núcleo original de la Curia. Las piedras son diferentes. "Se colocó unos 20 años después del asesinato", afirma.

"Sabemos con seguridad que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del Senado y donde cayó apuñalado se clausuró con una estructura rectangular organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de hormigón. Lo que desconocemos es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible", aclara el científico.

Otros proyectos

En Torre Argentina, además de la Curia de Pompeyo, los investigadores han comenzado a estudiar los restos del Pórtico de las Cien Columnas (Hecatostylon). Al margen de las ruinas, la zona es conocida actualmente por la gran cantidad de gatos que rondan por sus alrededores y que han llegado a convertirse en otro atractivo turístico.

El proyecto, con una duración de tres años, cuenta con el apoyo financiero del Plan Nacional de I+D del Ministerio de Economía y con el respaldo de la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC en Roma.

Noticia publicada por El Periódico de Catalunya.