El día en que nació Jesús, un enigma que permanece abierto


Los evangelios de San Mateo y de San Lucas ofrecen algunos datos. El primero recuerda que llegó al mundo en Belén en los tiempos de Herodes, rey de Judea. Quien, según la narración de los hechos, todavía estaba vivo. San Lucas, en un relato absolutamente distinto, recuerda que durante el reinado de Herodes nació Juan el Bautista y, seis meses más tarde, Jesús.

Tomando como base el cálculo del monje Dionisio el Exiguo (siglos V-VI), el primero que se aboca al cálculo de los años desde la llegada de Cristo, el Salvador habría visto la luz en el año 753 de la fundación de Roma. Pero el religioso comete un error. Herodes, de acuerdo con el historiador Flavio Josefo, quien proporciona datos en su libro Antigüedad judía (XVII, 191 y 213), murió tras un eclipse total de luna y una Pascua.

Ahora bien, sabemos que en el año 5 a.C. se registraron dos eclipses totales; uno parcial se produjo en marzo del año 4 a.C., y uno total en el año 1 a.C. Por eso se presume que el rey murió en el año 4 a.C., poco antes de la Pascua. Por lo tanto, Jesús nació antes del año 4 a.C.

Se ha repetido que no lo sabemos con precisión. No faltan las hipótesis, y ni siquiera los primeros cristianos parecen estar de acuerdo.

La iglesia oriental lo fija el 6 de enero, y las occidentales el 25 de diciembre. Se ha justificado esta falta de certeza recordando que nuestra tradición habría empezado a festejar la Navidad el 25 de diciembre, después del Concilio de Nicea (325), cuando el cristianismo se propaga gracias a la libertad de culto.

La celebración suplantó, de hecho, la fiesta del Sol Invictus del agonizante mundo del paganismo. Cristo se convertía en la verdadera luz.

Gianantonio Borgonovo, docente de teología y exégeta del Antiguo Testamento, que trabaja en la Facultad Teológica de Italia Septentrional, doctorado en la Ambrosiana y canónico del Duomo di Milano, traductor del hebreo de la Biblia Cei de 2008, está terminando su investigación sobre los calendarios y el cálculo del tiempo en el mundo antiguo. Su investigación se publicará pronto. Y proporcionará datos que podrían esclarecer la antigua discusión sobre el nacimiento de Jesús.

Según Gianantonio Borgonovo, el punto de partida sería el siguiente: "El 25 de diciembre y el 6 de enero aluden a la misma fecha, es decir el 25 de Tevet del calendario hebreo".

Y prosigue el experto italiano: "El 25 de diciembre sería la transcripción popular de la fecha hebrea, mientras que el 6 de enero no sería el equivalente preciso".

Es cierto que el calendario empleado entonces en el mundo latino era el juliano, que estuvo en vigencia hasta 1582. En ese año, el papa Gregorio XIII, de acuerdo con los científicos de la época, decidió "saltarse" los días que van del 4 al 14 de octubre de ese año para reordenar el cálculo del tiempo. Desde ese momento, la reforma creó una duplicación de la fecha de la Natividad.

Equivalencia

Y Borgonovo agrega: "He confrontado el calendario hebreo desde el año 10 a.C. hasta el 10 d.C., un solo año presenta la equivalencia del 25 de Tevet con el 6 de enero. Es precisamente el año 3756 de la creación del mundo, según el cálculo hebreo. Y nuestro año 5 a.C.".

Para Borgonovo, también es posible determinar el momento del día en que nació Jesús, aunque de manera aproximada: "El calendario juliano establece el principio del día a la medianoche; para el calendario hebreo, el día comienza con la caída del sol, alrededor de las 18. Así, se podría decir que en el año 5 a.C. el 2 de Tevet empezó alrededor de las 18 del 5 de enero y terminó alrededor de las 18 del 6 de enero. Era un jueves".

En suma, la equivalencia entre el 25 de Tevet y el 6 de enero rige solamente desde la medianoche hasta las 18 del día siguiente. Jesús habría nacido en ese arco de tiempo.

La obra del investigador es, hasta el momento, el último agregado a una teoría infinita.

A mediados del milenio, Gerolamo Cardazzo escribió su Oroscopo di Cristo (que es una traducción de la Mímesis), que fue recibido con más refutaciones que consenso.

Ahora, un grupo formado, entre otros, por un astrónomo del observatorio de Brera y por una astróloga, ha realizado investigaciones sobre la fecha del nacimiento y de la muerte de Jesús.

Una combinación de planetas, dicen, explicaría la aparición del cometa. ¿Fue así? Pero ésa, diría Kipling, es otra historia. Tal vez en otra oportunidad podamos contarla.

Noticia publicada por el diario La Nación.