El uso de alucinógenos en los Andes meridionales


Dice Raúl Mandrini en La Argentina aborigen. De los primeros pobladores a 1910:

"Hace más de 4000 años estaba arraigada en las poblaciones de la dilatada región que se extiende al sur del Titicaca la costumbre de consumir alucinógenos, esto es, productos que provocaban estados de éxtasis con visiones y alucinaciones. Esta práctica, realizada por los chamanes, era esencial para acceder al mundo de los antepasados y los seres sagrados".

Pobladores de la actual provincia argentina de Jujuy, al noroeste del país, utilizaban pipas de piedra o hueso en las que fumabvan polvo o semillas molidas y/o tostadas de cebil, un árbol que se encuentra en las selvas cálidas de la región oriental de los Andes, llamadas yungas o tierras calientes.

"La demanda de este producto -sigue Mandrini- de alto valor simbólico, fue un factor crítico en la intensificación del tráfico de las caravanas de llamas, así como en la emergencia de las sociedades agrícolas, pues las primeras plantas domesticadas en las tierras altas parecen tener sus ancestros en la región de las yungas".

Imagen: vaina de cebil