El surgimiento del Estado: la experiencia argentina y las diferencias con Europa

Como en aquella pequeña serie en la que reflexionamos sobre la nación y el nacionalismo, esta entrada surge de un trabajo realizado en el profesorado y, como señala el título, se trata de buscar en la experiencia argentina de conformación del Estado aquellos factores que la distinguen de las experiencias europeas. Me parece que viene bien aclarar que esta entrada está elaborada sólo con el texto de Ozslak citado al final, porque indidablemente otros autores tienen otras cosas para decir, y en la medida de lo posible iremos explorando también esas posturas.

En primer lugar, hay que señalar que la conformación de un Estado conlleva circunstancias específicas. En el caso del Estado argentino, estas circunstancias están dadas por diversos factores, a saber:
  • Cuando se produce la ruptura con la metrópoli, el territorio virreinal está “prácticamente despoblado”.
  • La estructura política heredada siguió sirviendo como “elemento aglutinante básico”, sin embargo
  • dadas sus circunstancias particulares (viabilidad política y económica, y aislamiento geográfico), Paraguay rompió con la metrópoli y con el “Estado” naciente, mientras que
  • la ruptura o separación de Uruguay tuvo matices políticos, aunque no se deben dejar de lado tampoco los aspectos económicos y geográficos.
  • A su vez, las guerras de independencia arrasaron con el aparato político que administraba el Alto Perú, con lo cual la autonomía del posterior Estado boliviano, para Oszlak, es fortuita; y
  • Buenos Aires buscó, desde el principio, “construir un Estado unificado bajo su hegemonía”.
Oszlak señala que todos estos factores constituyen, por un lado, aspectos particulares de la conformación estatal argentina, y por el otro configuran la diferencia con las conformaciones estatales en Europa, porque en ese continente las unidades políticas con aspiraciones de Estado Nacional buscaban absorber a otras unidades políticas, como ciudades libres, principados y obispados “que ya ejercían significativos privilegios soberanos”. Es decir, una composición de carácter aglutinante.

En contraposición, el Estado argentino se construyó sobre la premisa de impedir la disgregación del territorio que el Virreinato del Río de la Plata había administrado y, de ese modo, “producir una transición estable de un Estado colonial a un Estado nacional”.

Fuente: Oszlak, Oscar. La formación del Estado argentino. Orden, progreso y Organización nacional