El lenguaje humano se originó en África

Los alrededor de 6.000 idiomas modernos que se hablan actualmente en el mundo pueden haber descendido todos de una única lengua ancestral hablada por los primeros habitantes de África hace 50.000 o 70.000 años, sugiere una nueva investigación.

El hallazgo, publicado el jueves en la publicación Science, podría ayudar a explicar cómo emergió el primer lenguaje oral, cómo se extendió y cómo contribuyó al proceso de evolución de la especie humana.

Quentin Atkinson, un psicólogo evolutivo de la universidad de Auckland en Nueva Zelanda y autor del estudio, halló que los primeros grupos que emigraron de África sentaron las bases para todas las culturas del mundo llevando su lenguaje con ellas, la madre de todas las lenguas.

Solamente los humanos tienen la capacidad biológica de comunicarse con un lenguaje rico basado en símbolos y reglas, lo que nos permite pasar ideas a las futuras generaciones. Sin el lenguaje, la cultura como la conocemos no existiría, por lo que los científicos están ansiosos por determinar dónde apareció.

Las conclusiones de Atkinson son coherentes con la impresión prevaleciente respecto al origen de los humanos modernos. Fortalecido por reciente evidencia genética, Atkinson sostiene que los humanos modernos aparecieron solamente en África, hace alrededor de 200.000 años. Luego, hace alrededor de 50.000 o 70.000 años, una pequeña cantidad de ellos emigraron y colonizaron el resto del mundo, transformándose en los antepasados de todas las poblaciones no africanas del planeta.

El origen de las primeras lenguas es más confuso. Los lenguajes verdaderamente antiguos no dejaron evidencia empírica que los científicos puedan estudiar. Y muchos lingüistas creen que es difícil decir nada definitivo sobre los lenguajes de hace más de 8.000 años, ya que se deben haber mezclado entre ellos a lo largo de milenios.

Pero el reciente estudio de Science «y nuestras propias observaciones sugieren que es posible detectar una cronología» subyacente a los primeros lenguajes humanos hablados hace más de 8.000 años, asegura Murray Gell-Mann, del Instituto Santa Fe en Nuevo México, que leyó el trabajo de Science y lo respalda. La «cronología» se basa en la noción de que es posible utilizar datos de los lenguajes modernos para rastrear sus orígenes 10.000 años atrás o incluso más. Gell- Mann, un premio Nobel de física con un gran interés en la historia de las lenguas, es cofundador del proyecto llamado Evolución de los Lenguajes Humanos.

Hace alrededor de 50.000 años se produjo un súbito y marcado cambio en la forma en que se comportaban los humanos modernos. Comenzaron a crear arte rupestre y artefactos de hueso y desarrollaron herramientas de caza más sofisticadas. Muchos expertos argumentan que este inusual brote de actividad creativa fue probablemente causado por una innovación clave: el lenguaje complejo, que permitió el pensamiento abstracto.

La investigación de Atkinston tiende a respaldar esta idea. Sus investigaciones están basadas en fonemas, unidades distintas de sonido como las vocales, las consonantes y los tonos, y una idea tomada de la genética conocida como «el efecto fundador». Ese principio sostiene que cuando una cantidad muy pequeña de individuos se separa de una población más grande, se produce una pérdida gradual de variedad genética y de complejidad en ese grupo que se aparta.

Atkinson supone que si pudiera determinar un efecto similar en los fonemas, respaldaría la idea de que la comunicación verbal moderna se originó en África y después se expandió a otros lugares.

En un análisis de 504 idiomas del mundo, Atkinson encontró que, en promedio, los dialectos con más cantidad de fonemas se hablan en África, mientras que los que tienen menos se utilizan en América del Sur y en las islas tropicales del Pacífico.

El estudio también encontró que el patrón de uso de los fonemas a nivel mundial es igual al de la diversidad genética, que también declinó a medida que los humanos modernos instalaban colonias en otras partes. Hoy, en zonas como el África Sub-sahariana, que ha albergado vida humana desde hace milenios, todavía se utilizan muchos más fonemas que en regiones que fueron habitadas más tarde.

«Es una hermosa contribución y otra pieza del mosaico» que respalda la hipótesis del origen africano, señala Ekkehard Wolff, profesor emérito de lenguajes africanos y Lingüística en la Universidad de Leipzig en Alemania.

El enfoque de Atkinson tiene sus límites. Los genes se modifican lentamente, a lo largo de muchas generaciones, mientras que la diversidad de fonemas en una población puede cambiar rápidamente a medida que el lenguaje evoluciona. Mientras que la distancia desde África puede explicar hasta 85% de la diversidad genética de las poblaciones, una distancia similar puede explicar solamente 19% de la variación de fonemas. Atkinson asegura que ese porcentaje sigue siendo estadísticamente significativo.

Noticia publicada por El Castellano.