Katari, la serpiente alada de los aymara

Amaru (en quechua serpiente) o en aymara (también serpiente): Katari, es el nombre de una deidad, representada como una serpiente alada, con una cabeza de llama, ojos cristalinos y hocico rojizo, y una cola de pez.

Es una deidad que se relaciona con la economía de las aguas que riegan las tierras agrícolas, simbolizando la vitalidad del agua que permite la existencia del pueblo aymara. Así la deidad Amaru simboliza el agua que corre por los canales de irrigación, ríos y vertientes y que hacen posible que las semillas del cultivo se transformen en hortalizas. Además se dice que todo lo que compone la vida esta escrito en las escamas del Amaru.

Su fiesta se realiza en el mes de agosto, cuando se produce la limpieza de los canales de irrigación; siendo el jefe de familia quien oficia de celebrante. Los cultos de Amaru, Mallku y Pachamama son la más formas más antiguas de celebración que los aymaras aún realizan en la actualidad.

La noción de Amaru o de Katari asociado a las aguas ha tenido mutaciones y, en cuanto a "serpiente voladora" (algo que por convergencia es similar a las deidades mesoamericanas Kukulkan o Ketzalkoatl) también simboliza a las exhalaciones o rayos que caen del cielo (considerados muchas veces como fertilizadores de la tierra), de hecho el nombre quechua Túpac Amaru significa "Serpiente Ignea", "Serpiente de Fuego" con el sentido de rayo.

En Tiwanaku (principal centro cultual y cultural aymara), en un qalawawa o monolito de piedra también se puede observar la figura de Amaru además de la de Mallku.

Fuente: Wikipedia