Hace 50 años, el Sputnik inauguraba la carrera espacial


Hace cincuenta años, en octubre de 1957, la Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial de la historia, el Sputnik 1, y asestó de esa manera una auténtica bofetada tecnológica y sobre todo política a Estados Unidos en plena Guerra Fría.

El "bip bip" lanzado a la Tierra desde el espacio por el Sputnik ruso , fue sentido como una afrenta en Estados Unidos, marcando el debut de una "carrera espacial" que desembocaría 12 años después en el primer hombre en la superficie de la Luna.

"Los soviéticos envían un satélite al espacio (...) Fueron detectados cuatro sobrevuelos de la esfera sobre territorio de Estados Unidos", anunció en la tapa, en grandes titulares, el New York Times en su edición del 5 de octubre de 1957, testigo de la conmoción sentida por los estadounidenses ante este inédito acontecimiento.

"Sabíamos que los rusos sabían bailar ballet y producir vodka, pero pensábamos que estaban retrasados en el terreno tecnológico", resumió con humor Simon Ramo, de 94 años, uno de los padres del programa estadounidense de misiles intercontinentales, en un coloquio a fines de septiembre en Pasadena, California, dedicado a los 50 años de la conquista espacial.

En un duro desmentido de esta teoría, el Sputnik constituyó un "sismo intelectual", reflexionó el ex astronauta Harrison Schmidt, de 72 años, uno de los hombres que caminó sobre la Luna. Aunque en público el presidente Dwight Eisenhower minimizó el alcance del Sputnik, al que calificó con desdeño de "pequeña pelota en el aire", no lo hizo en una reunión secreta menos de una semana después con los más altos científicos: el mandatario lanzó entonces lo que se convirtió en la "carrera espacial". Se revisaron los programas escolares para incrementar el peso de estudios científicos, se creó un puesto de asesor presidencial para las ciencias, se lanzó un enorme esfuerzo presupuestario, catalizado por la Nasa, la agencia espacial estadounidense creada a fines de julio de 1958: nada fue dejado al azar.

Pero los rusos siguieron sacándole ventaja a los estadounidenses. Para cuando Estados Unidos logró lanzar su primer satélite, el 31 de enero de 1958, tras varios fracasos, la Unión Soviética ya había puesto en órbita al primer ser vivo: la perra Laika llegó al espacio en noviembre de 1957. Los soviéticos siguieron marcando el ritmo, con el primer objeto terrestre en alunizar (setiembre de 1959) y sobre todo, el primer hombre en órbita, Yuri Gagarin (abril de 1961).

Un mes más tarde, el sucesor de Eisenhower, John Fitzgerald Kennedy, reaccionó pronunciando el que fue considerado el discurso fundador de la carrera hacia la Luna. "Creo que este país debería comprometerse a alcanzar el objetivo, antes del fin de esta década, de hacer aterrizar un hombre en la Luna y que regrese sano y salvo a la Tierra.

Ningún proyecto espacial de esta época impresionará más a la Humanidad o será más importante para la exploración del espacio", indicó.
El programa Apollo, que movilizó a varios cientos de miles de estadounidenses, contribuyó a aumentar el presupuesto espacial a 1% del PIB a fines de la década de 1960.

La recompensa llegó en julio de 1969, cuando el estadounidense Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar el satélite terrestre, un acontecimiento considerado un momento clave en la historia de la Humanidad.


"Teníamos que borrar la humillación de haber sido derrotados por los rusos e ir a la Luna para mostrar que nosotros éramos los chicos buenos", subrayó en Pasadena el ingeniero Burt Rutan, uno de los pioneros de la conquista privada del espacio. El astrofísico Neil deGrasse Tyson, director del planetario Hayden de Nueva York, destacó por su parte que el éxito de la misión lunar permitió olvidar en parte varios reveses sufridos por los estadounidenses.

"Los rusos fueron los primeros en enviar un satélite en órbita. Los primeros en enviar un animal en órbita. Los primeros en enviar a un hombre al espacio. Los primeros en enviar a una mujer al espacio" y "hasta fueron los primeros en enviar a un negro al espacio, ¡que era cubano!", subrayó el científico.

Noticia aparecida hoy en el diario Perfil