El juego de pelota mesoamericano


En principio, se trataba de un juego panmesoamericano, jugado con una pelota grande y sólida de caucho, en un patio construido especialmente, entre dos equipos opuestos.

Las canchas más antiguas se remontan a tiempos de los Olmecas. Eran estructuras simples, en forma de pilón, contenidas entre muros de tierra.

En el Periodo Clásico (300 a.C - 1000 d.C., aprox.) se han encontrado patios de mampostería con superficies inclinadas por toda Mesoamérica, excepto en Teotihuacán, donde los sectores hundidos de la Avenida de los Muertos pudieron desempeñar el mismo papel.


Aunque la pelota no se podía tener en la mano durante el juego y los mejores tiros se hacían con la cadera, es muy poco lo que se sabe sobre las reglas y sobre cómo se ganaban los puntos.


El equipamiento de protección de los jugadores incluía un cinturón ancho y pesado de madera y cuero, protectores en las caderas y rodillas y, en algunas zonas, también cascos. Pese a todo ello, el juego resultaba muy peligroso por la velocidad y peso de la pelota.

El juego de pelota no era una simple competición atlética. La misma cancha era un diagrama cosmológico, y la pelota simbolizaba al sol. El juego estaba profundamente imbuido de la imaginería de la muerte y del sacrificio, y las ceremonias subsiguientes al juego parecen haber incluido el sacrificio de los perdedores.

Imagen: patio de pelota en Chichén Itza, de EFDepoprtes, revista digital, donde además se puede seguir leyendo sobre el juego de pelota mesoamericano.