"El espectador, que puede mirar inmóvil la masacre de la batalla, debe
apartar la vista de los horrores de la persecución, a menos que se una a
ella, se despoje de todos sus escrúpulos, y conducido por el espíritu
del momento, satisfaga los instintos profundamente arraigados de la
ferocidad, sobre la cual la civilización ha corrido un dudoso velo de
espesor".
Winston Churchill