Ochenta esqueletos y materiales textiles descubiertos en Macchu Picchu


Ochenta esqueletos y pilas de tejidos fueron hallados en cuevas cerca de la antigua ciudad inca de Macchu Picchu, y podrían revelar datos acerca del rol que la llamada ciudad perdida de los incas jugó en tanto centro regional de comercio y poder, dijeron los investigadores. Los científicos encontraron los materiales y restos en dos sitios dentro del Parque Arqueológico de Macchu Picchu, en el sudeste peruano, informó Fernando Astete, jefe del Parque.

Los restos, la mayoría de los cuales fueron hallados en mayo de este año en el sitio denominado Salapunku, probablemente tengan una antigüedad de 500 a 550 años, dijo Francisco Huarcaya, jefe de los investigadores que trabajan en el sitio.

A pesar de los reiterados saqueos, sin embargo, como mucho el 75 por ciento de las mantas que envolvían los cuerpos están en “mal estado”, informó Huarcaya. Por su parte, Astete añadió que, hasta ahora, se realizó la limpieza de solamente las cabezas y los hombros de los esqueletos. “Los huesos de cabezas y hombros son los primeros que se ven, porque los incas enterraban a los suyos (sentados) en posición fetal”, explicó.

Formalmente, las excavaciones comenzarán pronto en ambos sitios. Huarcaya planea exhumar los restos de cinco personas en Salapunku para fin de este mes.

Tumbas y telas

Los modestos ajuares funerarios, hechos de fibra vegetal, y los simples objetos hallados en las tumbas –incluyendo cerámicas sin decoración- sugieren que los muertos descubiertos en Salapunku eran campesinos, dice Huarcaya. Los tejedores fueron encontrados con sus canastas, ovillos de hilo, telares y telas, de acuerdo con Guillermo Cock, experto en culturas andinas.

Los tejidos encontrados en el segundo sitio, llamado Qhanabamba, descubierto en agosto de este año, podrían también proveer pistas acerca del rango social de los muertos.
Los campesinos fueron, mayoritariamente, enterrados con tejidos de lana de llama, mientras que la lana de vicuña estaba reservada a la nobleza, detalló Astete.

Los restos humanos se encuentran cerca de Macchu Picchu, y el húmedo clima de montaña hace que el hallazgo de materiales textiles sea poco frecuente, dice Cock quien -aunque cuenta con financiamiento para sus investigaciones por parte de National Geographic Society’s Comitee for Research and Exploration- no formó parte del equipo de investigación. “Hallar material orgánico en la montaña es importante porque es escaso”, dijo. “La humedad de la lluvia descompone los restos y los tejidos”.

El análisis de los huesos podría también revelar la edad, sexo, dieta, causa de la muerte y quizás la ocupación de los muertos, añadió Astete. “Deberíamos poder decir si esta gente soportó grandes cargas para ayudar a construir las terrazas, por ejemplo. Sus huesos deberían estar arqueados, no fuertes. Tendrían deformaciones”, detalló. “Los huesos nos hablarán también sobre sus dietas y sus muertes. Una fractura podría revelar un accidente”.

El entierro de sus muertos tenía un significado especial para los incas, añadió Huarcaya, jefe de los investigadores. “Los restos en las tumbas son como guardianes de la población en el ideario Andino”, explicó. “Para (los antiguos Andinos) la muerte no existe”.


La presente entrada es una traducción realizada por un servidor de la noticia encontrada en
National Geographic Society News, que también publica la foto de restos humanos hallados en una de las cuevas.